-Picabú!
-Bú! Este es el entretenimiento que te gusta jugar ahora? ¿Con cual me vendrás después? Si ya los jugamos casi todos!
Recuerdo la primera vez. Jugamos a la rayuela, en realidad jugaste vos, yo ni siquiera registré tu presencia, hasta que alguien me dijo, que el juego había sido ganado por otro, que había alcanzado el cielo. Luego vino el juegueteo de las visitas. Ese no me preocupó, era chica y las visitas no me interesaban. Fueron distintos los juegos y compañeros, que vos y yo compartimos, pero nunca te vi la cara. Es mas, en aquella oportunidad en que te tuve de frente, aquella, en que llamaste tanto la atención con una respiración entre sonora y muda, no te miré..Ni cuenta me di. Habia sido que barajabas los naipes, como invitandome a una partida, mas al desdeñar tu presencia, te pusiste a jugar al solitario.
Después de un largo rato, al abrirse una puerta, me dijeron que te habías ido acompañada y con toda la basa en las manos, entonces comencé a saber quien eras. Fue en aquel invierno, que puedo decir que te conoci realmente. Comprendí que cuando venías, venías con un desafio.
Parece que no te bastó con darme changüi y un buen día, te me plantaste cara a cara, como diciendo :”Mirame, aquí estoy de nuevo, jugamos? Me preguntaste invitadora.
Juguemos, acepté y desplegando un tablero de mesa, fuimos moviendo las fichas.
Jaque Mate! Te dí jaque, a pesar que todos me decian que era imposible ganar el lance. Pero que cate, te dí. Derrotada, pero no resignada te dispusiste a regresar. Lo hiciste con todas las ganas, me propusiste todo tipo de pasatiempos, que por lo visto para vos, eran pura diversión y que a mi no me causaban gracia alguna, Pero no tenía escape, tenia que seguairte el juego!
La escondida! Esa si que la jugamos largo y tendido!!! Piedra libre gritabas y yo salia corriendo al grito de: “Salve para mí y mis compañeros” Pero de tanto correr gritando salve, un día me agarraste cansada y me ganaste!
Apareciste nuevamente, matizabamos la jornada entre el Adivina adivinador, el Teléfono descompuesto, el Quien dijo, el Veo veo y la mancha. Cuando no era la mancha venenosa, era la mancha congelada, Y esa sí, que la supiste jugar bien, eh!
Menos una, te jactaste de ganarme siempre! Hemos caminado en la cuerda floja, hemos bailado distintas melodias. ¿Que más? ¿Por qué ahora me hacés picabú?
No tengo ganas de seguirte. Andate, dejame por un tiempito…pero si estás aburrida, atajate esta pelota y ponete a gambetear….! Ah, ya veo…. no te gusta que la que rete sea yo! Bueno dejame el balón, que yo, sí lo sé hacer rebotar, Además, te cuento….tengo un buen equipo con el cual correr en la cancha, no sabés como pateamos en el campo de la vida, para hacerte este penal! Andate, ya tendrás tiempo de venirme a jorobar, entendeme te lo pido, a mi, también me gusta ganar!
Mabel S. Roviglione
Palabras de una noche de Insomnio 